Ricardo Zamora
El germen del si_no
4 septiembre - 4 octubre, 2020
Museo Castillo de Mata
Sala 1
Tanto si somos semillas recién expulsadas de una vaina o un huevo puesto por un ovíparo o un neonato humano, comenzamos un viaje marcado por el sino. En ocasiones, esa travesía apenas empieza para terminar precipitadamente si el destino acorta la vida. Otras veces, en cambio, nos da la oportunidad de peregrinar por los años que nos toquen vivir, explorando el mundo que nos rodea y adaptándonos a él hacia una sola meta: la supervivencia.
Para algunos, ese peregrinaje es un paseo del que disfrutar; para otros, se convierte en una odisea, por tierra o por mar, en la que los obstáculos son constantes. Buscar y mantener un equilibrio entre ambos viajes se torna la máxima expresión de la vida, el ser para al final no ser, lo blanco moteado de negro, es decir, la vida y la muerte como complementos la una de la otra.
Inexorablemente, la búsqueda de una vida mejor nos lanza a ser semillas navegando en el mar para hallar una tierra en la que germinar o un huevo buscando el calor que nos haga eclosionar o un neonato a la espera de la leche que nos alimentará. Todo depende del sino: del destino que nos destierre o que nos abrace.
Vaina
Del lat. vagīna.
1. f. Cáscara tierna y larga en que están encerradas las semillas de algunas plantas.
2. f. Funda ajustada para armas blancas o instrumentos cortantes o punzantes.
Huevo
Del lat. ovum.
1. m. Cuerpo redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de los ovíparos ode otras especies animales, y que contiene el germen del embrión y las sustancias destinadas a su nutrición durante la incubación.