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Ángela Jiménez Durán

EL ATERRIZAJE DE LA SERPIENTE

17 de marzo,2023 - 22 de abril, 2023
Fundación Francis Naranjo

- ¿Sentiste el viento cruzado al llegar?

- Hace tiempo que la tierra dejó de tener atmósfera, es imposible que haya viento aquí.

 

- Yo creo que el viento forma parte de esta isla, como si fuese la respiración de la tierra…

- Ah, ¿Crees que aquí las capas geológicas tienen un sistema respiratorio?

 

(…)

 

Esta muestra piensa la sala de exposiciones como una pista de aterrizaje. La sala de la Fundación Francis Naranjo se transforma en el lugar del primer contacto con lo extraño y desconocido, albergando todas las posibilidades que esto implica. Aquí, una serpiente de barro y agua recorre y atraviesa el espacio, se encuentra con nuestra presencia y deja su huella allá por donde pasa. A través de este primer punto de contacto, nos recibe en la puerta para ir subiendo los escalones del espacio. En el punto superior, la serpiente se transforma y deja de ser entidad orgánica para convertirse en dispositivo, generando una forma cercana a un sistema de transmisión o un satélite, con el símbolo electrónico de la antena conectada grabado en su superficie.

 

La serpiente no llegó por sí sola - ¿o sí? Su nave flota sutilmente en el espacio, después de haber realizado las complejas maniobras de aterrizaje. Ahora queda a la espera, recuperándose del esfuerzo y revelando un interior sorprendente. Quizás lo que trajo a la larga criatura roja que nos recibe no es una simple aeronave, si no más bien una cáscara, una extensión del cuerpo de la serpiente creada para desplazamientos largos y peligrosos.

 

El aterrizaje de la serpiente, indaga en cuestiones relacionadas con la ciencia ficción, proponiendo una proyección a un futuro en el cuál los humanos ya no formamos parte de la historia. ¿Cómo será el mundo cuando ya no estemos?

 

La muestra invita al visitante a ser testigo de la capacidad de acción de dos elementos y su potencial de auto transformación y generación de formas e imágenes. Recorrer este paisajecuerpo lleno de eventos -de humedad y temperatura-, esta larga serpiente convertida antena, y plantearse hasta qué punto las ‘cosas’ que nos rodean, las rocas, el barro, el agua, o la electricidad que recorre los cables y alimenta las luces, no están vivas, pero sí tienen una capacidad de acción sobre el mundo.

 

Es cierto que la serpiente recién aterrizada en la Fundación Francis Naranjo no está viva, pero esto no le resta su potencial de mutación. La materia que la compone se transformará a lo largo de la exposición, dejando paso a varios ciclos de metamorfosis, que, al igual que la tierra después de la desaparición de la humanidad, y nuestros propios cuerpos durante la vida, seguirán su paso después de la intervención de la artista.

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