En 1402 comienza la ocupación del archipiélago canario por parte de europeos, culminando en 1496 con su adhesión a la Corona de Castilla. Hacia 1462, los portugueses iniciaron la colonización de las islas de Cabo Verde. Alrededor de 1531, los castellanos ingresaron al territorio que hoy se llama Ecuador; en 1540, Pedro de Valdivia emprendió la ocupación del territorio chileno, dando inicio a su anexión a la Corona de España. En 1885, durante la Conferencia de Berlín, el rey Leopoldo II de Bélgica obtuvo como propiedad personal el territorio que hoy corresponde a la República Democrática del Congo.

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Múltiples teóricas y teóricos sitúan en 1492 el inicio del capitalismo y la globalización, fecha que coincide con el desembarco de Cristóbal Colón en Abya Yala y el comienzo del proceso de colonización del continente. Esta fecha encarna un quiebre estructural que instala una herida, una grieta que con el tiempo ha sido horadada por el flujo arrollador de materiales, personas, subjetividades, espacios… generando valles artificialmente simétricos, con determinadas dinámicas de vertientes en sus laderas, divididas, norte-sur, norte-sur, norte-sur, norte-sur.

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Este proyecto artístico reconoce al menos cinco artificios: Chile, Canarias, Cabo Verde, Ecuador y la República Democrática del Congo. Todos ellos entendidos como laderas sur, espacios por los que discurren las prácticas de 17 artistas que emprenden el ilógico ejercicio de fluir ladera arriba, desafiando la pendiente, para encontrarse justo detrás de la cresta con su homóloga sur. Todo es nuevo, y nada lo es a la vez, sur-norte, sur-norte, sur-norte, sur-norte, sur-norte.